
El Carnaval de Cádiz es uno de los carnavales más famosos de España y del mundo, por lo que ha sido reconocido (conjuntamente con el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife), como de Interés Turístico InternacionalOrígenes [editar]
Para aclarar el origen del Carnaval los estudiosos remiten hasta precedentes de distintas civilizaciones que, sin usar el mismo concepto de la fiesta, han manejado objetos y utensilios similares a los que se usan en Carnaval, y recuerdan el origen remoto que pueden suponer las bacanales (fiestas en honor de Baco), las saturnales (al Dios Saturno) y lupercales (al Dios Pan), celebraciones que se conocieron tanto en la antigua Grecia como en la Roma clásica.
Sin embargo, parece ser que: el Carnaval de Cádiz, es un hijo, aunque sea pródigo, del cristianismo; mejor dicho sin la idea de la Cuaresma no existiría en la forma en que ha existido desde fechas oscuras de la Edad Media Europea. Se lo relaciona también con los ritmos del tiempo, con la percepción cualitativa del tiempo. El cristianismo establece «un orden pasional del tiempo», en el que los momentos de alegría y tristeza se alternan cronológicamente, según sea tiempo de prohibiciones o tolerancias, asimilados por el cristianismo. El Carnaval es una consecuencia de la concepción simple del tiempo que adopta el cristianismo. Una concepción ajustada a los ciclos vitales y de las cosechas.
Para aclarar el origen del Carnaval los estudiosos remiten hasta precedentes de distintas civilizaciones que, sin usar el mismo concepto de la fiesta, han manejado objetos y utensilios similares a los que se usan en Carnaval, y recuerdan el origen remoto que pueden suponer las bacanales (fiestas en honor de Baco), las saturnales (al Dios Saturno) y lupercales (al Dios Pan), celebraciones que se conocieron tanto en la antigua Grecia como en la Roma clásica.
Sin embargo, parece ser que: el Carnaval de Cádiz, es un hijo, aunque sea pródigo, del cristianismo; mejor dicho sin la idea de la Cuaresma no existiría en la forma en que ha existido desde fechas oscuras de la Edad Media Europea. Se lo relaciona también con los ritmos del tiempo, con la percepción cualitativa del tiempo. El cristianismo establece «un orden pasional del tiempo», en el que los momentos de alegría y tristeza se alternan cronológicamente, según sea tiempo de prohibiciones o tolerancias, asimilados por el cristianismo. El Carnaval es una consecuencia de la concepción simple del tiempo que adopta el cristianismo. Una concepción ajustada a los ciclos vitales y de las cosechas.

